Entonces apareció -hado, fátum o parca- y cortó los hilos sagrados que unían a los amantes.
Rojo diamantina.
Resplandecientes, los colores saltaban de las hebras; explotaban en el viento. Esporas de un cuento iluso asfixiaban al hombre y a la mujer; millones de fulgores los golpearon, hasta que casi muertos se dijeron adiós.
© /Mnemosune
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