domingo, 3 de octubre de 2010

Esa historia

Esa historia que inventaste para mí, que me cantabas al oído, ese dulce y letal cuento que iba penetrando en mis mundos, adormeciendo toda percepción de lo real, era la canción de cuna que arrullaba a mi inocencia. No te vayas sin un final Narrador. Querido Lengua de Plata, hábil contador de cuentos, no me dejes sin un gran final. Un final de esos maravillosos, con fuegos artificiales. Tu fiel oyente, la mujer sedada por tu verso, por tus canciones merece un gran final. No puedes volver a marcharte, no sin el final de esta historia.

1 comentario:

Lupo Manaro dijo...

La lengua de plata cayó, calló. La lengua de plata no existe más, la lengua de carne toma su lugar. La lengua de vida, la lengua viva, la lengua de amor, la lengua de verdad, lengua amorosa, lengua de luz, historia de vida, vida de vida. No existe final, la historia no termina, no hay fuegos de artificio solo el sol al amanecer, la luna en la noche, Venus entre las sombras como guia. Luz eterna entre las sombras.